El valor real de una joya




Diamonds are girls’ best friends o, como diría su traducción al español, “los diamantes son los mejores amigos de las mujeres”. Y no, no sólo nos referimos a esa piedra tan preciada, ni tampoco queremos excluir al género masculino, más bien, nos referimos a todas esas joyas o adornos que a lo largo de nuestra vida hemos recibido o adquirido y se han convertido en la fuente de sensaciones y emociones que pueden ser catalogadas como positivas.


Desde un anillo hasta una pulsera, un collar o un adorno para cabello, las joyas han acompañado a las personas, tanto a hombres como mujeres, desde el inicio de la historia como la conocemos. Las joyas no sólo complementan un atuendo, también cuentan historias, traen recuerdos y, a veces, son vendidas o empeñadas en momentos de necesidad, ya que se puede recibir dinero en efectivo por oro pleasant hill, o puedo vender mis joyas de plata pleasant hill en distintas casas de empeño, pero de eso hablaremos más adelante.


La palabra “joya” proviene del francés antiguo joie que significa alegría o entusiasmo. Esto explicaría mejor las connotaciones emocionales o sentimentales que les son adjudicadas a algunos acontecimientos mediados con el obsequio de una joya como lo es una unión nupcial, o un compromiso. Sin embargo, el origen de estos preciados objetos no necesariamente enfatiza una connotación emocional o romántica para los mismos, más bien dan cuenta de un valor que pasa desde lo estético hasta lo cultural.
Un legado lejano
Se sabe que los humanos usaban joyas desde el momento en el que usaban vestimenta y forjaban herramientas, eso es hace mucho, ¿no? Los materiales de dichos adornos y ornamentos eran encontrados fácilmente en los alrededores. Conchas de caracol marino perforadas, huevos de avestruz, huesos y colmillos de animales cazados adornaban los cuellos y muñecas de los primeros habitantes de la tierra.


Posteriormente, mientras la técnica evolucionaba y otros materiales eran encontrados, la intención y propósito principales del uso de joyas se mantenía igual: adornar. Eso no quiere decir que al pasar de las épocas otros valores y significados no se hayan agregado al uso de estos adornos, así como también otras técnicas y materiales.


En el antiguo Egipto el material más usado para la manufactura de joyas era el oro. Su preferencia por este metal permitía que puedan ser creativos con otros materiales como el vidrio y las piedras preciosas que eran agregadas a sus joyas. Su uso daba cuenta del estatus social y el poder religioso de la persona que las portaba, además de servirle a la misma como amuleto.


La tendencia del uso de oro y gemas se instaló para quedarse ya que fueron los griegos quienes continuaron con esta tradición. Sus piedras preciosas más utilizadas eran las esmeraldas, perlas y amatistas. Los diseños de joyas en Grecia se caracterizaban por ser simples a comparación de otras culturas, y su uso era esporádico. Los griegos adornaban sus cuerpos con joyas en ocasiones de tipo social o apariciones públicas y, en el caso de las mujeres, éstas se encargaban de mostrar con sus adornos preciosos su estatus social, su riqueza y, por supuesto, su belleza.


Los griegos le añadieron valores de protección y poder a las joyas que portaban. Los textos relatan que incluso algunas prendas dotaban al portador de poderes sobrenaturales, y algunas otras lo protegían contra el “mal de ojo”. Las joyas más antiguas que fueron encontradas en Grecia, hablan de la conexión de sus habitantes con los dioses mitológicos.


A partir de la toma de gran parte de Europa a manos del Imperio romano, la sincretización de las culturas y, por ende, de sus expresiones artesanales, fue inevitable. Los romanos hicieron uso de una gran variedad de materiales para la creación de sus prendas. El oro, el bronce, la plata y, a veces, el hueso estaban siempre presentes, y las piedras preciosas como las esmeraldas, diamantes y zafiros podían learn more here ser importados de lugares como India.


Al igual que los griegos, los romanos utilizaban algunas joyas como protección contra distintos males. En el caso de las mujeres éstas eran quienes más se preocupaban de acumular joyas ya que su uso, algo excesivo, era muestra de poder y belleza. Los hombres, en cambio, solían usar nada más que uno o varios anillos.


El broche que hoy conocemos como adorno para la ropa, surgió en la época de auge del imperio romano para que los romanos sujetaran sus vestimentas. Puede causar sorpresa o no, pero así como el broche, muchas otras joyas diseñadas por primera vez hace miles de años, siguen siendo creadas en pleno siglo XXI. Sin embargo, nos preguntamos, ¿su significado sigue siendo el mismo?, ¿las usamos con las mismas intenciones que los griegos o los romanos?, ¿qué valor tienen hoy en día las joyas?
Entonces, ¿cuál es el valor real de una joya?
Sí, son mas preguntas de las que nos gustaría hacernos, pero las respuestas son simples. Cuando hablamos del valor de una joya, podemos referirnos a más de un aspecto. En primer lugar está su valor de fabricación, y por otro lado está el valor del metal o piedra que contenga la joya.


Supongamos que deseo vender alguna prenda, los compradores de joyas pleasant hill junto a los tasadores de joyas pleasant hill van a estimar el valor que tiene el collar de plata que heredé de mi abuela en base a su peso, y le restarán el valor de fabricación. Esto sucede porque, a menos que quieran vender mi plata pleasant hill, van a fundir mi joya para fabricar otras.


Pero, ¿qué pasa con el valor emocional que le doy a mi collar? Pues, este es posiblemente el valor más importante de una joya, el valor sentimental, lo que significó para mi abuela el recibir ese collar y lo que significó para mí recibirlo de ella. Así como una joya puede representar un estatus social o una tendencia de moda, también puede representar a una familia, una conexión entre dos personas o inclusive una creencia.


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